Nevos o Lunares
Todas las personas poseen lunares, cuyo número varía según la predisposición de la misma. Los lunares pueden ser planos o elevados, con pelos o sin ellos, redondos u ovales, su color varia desde el marrón, rosado, negro, o de color piel. Puede localizarse en cualquier parte, y aparecen por lo general en la primera y segunda décadas de la vida. Es de fundamental importancia conocer los lunares mediante el “autoexamen” de la piel para detectar síntomas tales como: cambio de pigmento, tamaño, color, picazón, sangrado, dolor, etc. con la consiguiente consulta al dermatólogo.” Atención al lunar que presenta comportamiento diferente a los demás”. En el Centro Dermatológico de Alta Complejidad existen los recursos necesarios para el tratamiento de los lunares con fines cosméticos o terapéuticos.